El orden en el cielo
Gracias a la obra Sobre la jerarquía celestial del Pseudo Dionisio Areopagita, místico que vivió entre los siglos V y VI d.C.; así como La Suma Teológica, escrita por el teólogo Santo Tomás de Aquino entre los años 1265 y 1274, conocemos que el reino de Dios tiene un orden celestial.
Son tres jerarquías angélicas, también llamadas triadas o esferas, cada una compuesta por tres coros u órdenes.
Es decir, nueve coros angélicos cuyo poder es mayor en la medida que se encuentran más cerca de la presencia de Dios.
- Primera jerarquía: Serafines, Querubines y Tronos.
- Segunda jerarquía: Dominaciones, Virtudes y Potestades.
- Tercera jerarquía: Principados, Arcángeles y Ángeles.
A continuación, conoceremos sobre ellas.
PRIMERA JERARQUÍA
Son los ángeles que tienen el privilegio de aprender la verdad del propio Dios, toda vez que son los más cercanos a él.
Serafines
Los serafines conforman el primer coro angélico, es decir, tienen el orden más alto en la primera jerarquía. Debido a su estrecha cercanía con Dios, están posados sobre su trono y rodean el mismo con su majestuosa luz.
Se les describe con seis alas, que usan de la siguiente manera: con dos se cubren el rostro de la luz del resplandor de Dios, con otras dos se cubren los pies y con las dos restantes vuelan a su alrededor, llenándolo de alabanzas. Además de ser los más imponentes y poderosos, tienen el don de la gracia de la sabiduría.
Querubines
Son ángeles que pertenecen al segundo coro de la primera jerarquía, es decir, son los segundos en cercanía a Dios; por ello, son considerados los guardianes de la gloria de Dios.
Tienen cuatro alas, con dos cubren su cuerpo y con las otras dos vuelan alrededor de Dios.
Tronos
Pertenecen al tercer coro de la primera jerarquía celestial y debido a su cercanía con Dios, son los encargados de sostener su trono. Es decir, sostienen la autoridad de Dios y transmiten su voluntad. Conocen la verdad y la justicia de Dios como la salvación divina.
SEGUNDA JERARQUÍA
Son los ángeles que poseen la fuerza para ejecutar los planes de Dios. Son iluminados por los ángeles de la primera jerarquía.
Dominaciones:
Los ángeles dominaciones conforman el cuarto coro. Desde su lugar reflejan la soberanía de Dios. Interceden para liberar al mundo de todo aquello que degrada e interfiere en la evolución.
Virtudes
Los ángeles virtudes son el quinto coro angelical y representan la fuerza de Dios. Son los portadores de la gracia divina y el valor. Son los encargados de manifestar dicha fuerza en el mundo, así como la voluntad de perseverar pese a las dificultades.
Potestades:
Son el sexto coro de ángeles. Representan la lucha contra las fuerzas adversas, por ello se les puede invocar ante la inquietud espiritual, el enojo y la impaciencia. Además, tienen una presencia especial entre el mundo espiritual y el mundo físico por lo que se les atribuye ser los encargados de llevar a las almas a la presencia de Dios.
TERCERA JERARQUÍA
Son los encargados de proteger a la humanidad.
Principados
Los príncipes son el séptimo coro angélico. Se encargan de vigilar y supervisar los acontecimientos que afectan a la humanidad con el fin de protegerla y guiarla hacia Dios.
Arcángeles:
Son el octavo coro, tienen un papel muy importante en el desarrollo de la humanidad. Están al servicio de Dios para protegernos de los poderes de la oscuridad. Para ello, tienen a su mando diferentes legiones de ángeles encargados de velar por nuestro bienestar. Su mayor representante es el Arcángel Miguel.
Ángeles:
Son el noveno y último coro angélico, el más cercano a nosotros. Nos brindan energía espiritual y protección. Acá encontramos al ángel de la guarda o ángel custodio, cuya misión es protegernos, tanto en el alma como en el cuerpo, de los peligros que nos acechan. Pero además, existen muchos otros ángeles dispuestos a darnos su ayuda en diferentes momentos de nuestras vidas, como por ejemplo, los ángeles de la sanación, del alivio del dolor, de la justicia, de la paz espiritual, entre otros.
Finalmente, si bien existe una distinción de las jerarquías angélicas, debemos recordar que todos los ángeles que conforman los nueve coros celestiales son iluminados por Dios y forman parte de su reino.
Ahora que conocemos sobre ellos, podemos pedirles su guía y protección. Así como agradecerles por su intercesión en beneficio del universo, del mundo, de la humanidad y de nuestras vidas.